De doler la cabeza y no querer acostarse
y seguir en la pantalla, absorbida.
Una hora mas, 60.
Una hora menos, 6.
Se retuercen las sienes
y me estrujan el cerebro,
me estiran los párpados.
Y hay tanto que come mis sesos esta noche!
Un pellizco en el corazón
y no resucito en tres dias.
Así, como si lívida fuera el alma
y el cuerpo cayera de un golpe al vacío.
Si tan solo me prestaran unas manos
que me mecieran y acurrucaran
evitaríamos este feminicidio,
me iría a dormir.
Texto: Lau Cuchillo
Imagen: Stanley Donwood
No, a dormir no. El sueño tiene forma de pantalla monstruosa.
ResponderEliminarAbrazos, siempre